Hacia el año 2007 o 2008 inicié una serie de reportajes
referidos a la recuperación de las islas Malvinas aquel 2 de abril de 1982. El
objetivo fue escribir un libro sobre el tema lo que nunca se concretó
lamentablemente. Una de dichas entrevistas tuve la suerte de realizársela al
Contralmirante retirado Carlos Büsser, rosarino nacido el 10 de enero de 1928,
en su casa de la Capital Federal. Había sido el jefe del Operativo Rosario, tal
el nombre que recibió el plan de recuperación de las irredentas islas.
Hombre que había participado como casi todos los militares de la época del Proceso
de Reorganización Nacional, sufrió tal vez solo parcialmente, un cambio
decisivo acerca de sus convicciones políticas cuando el gobierno del general
Leopoldo Galtieri decidió recuperar las islas Malvinas y se vio obligado a
enfrentar con las armas a las potencias que hasta ese momento consideraba
“amigas”.
Su departamento en el centro de la ciudad de Buenos Aires
era sencillo aunque decorado con buen gusto. Sentados en su living en cómodos
sillones y café de por medio conversamos varias horas de las que grabé solo una
parte para supuesto libro que no llegó a ver la luz. Su muerte no ha sido
objeto de importancia para la prensa. En internet solo unos pocos sitios la
reflejan, pero no el establishment mediático oficial u opositor. Es parte del
debate. En homenaje al gran marino publico hoy estas reflexiones que mantienen
actualidad.
Contralmirante Carlos Büsser jefe del Operativo Rosario de Recuperación de las islas Malvinas el 2 de abril de 1982. (2012) |
Estamos
con el Contralmirante Carlos Busser en su casa del centro de Buenos Aires.
Algunos
de los lugares comunes que se suelen escuchar o leer en la prensa es que fue improvisada la operación de recuperación
de Malvinas. Sin embargo hay una serie de datos que indican que las fuerzas
armadas tuvieron como hipótesis de conflicto el “tema Malvinas” durante muchos años. ¿Realmente fue
una operación que surgió -algunos llegan a decir que luego de la movilización
del 30 de marzo de la CGT- producto de la crisis que vivía el gobierno encabezado
por el general Leopoldo Galtieri?
Su pregunta tiene tres partes, le
contesto la última, la movilización de la CGT del 30 de marzo no tuvo nada que
ver porque nosotros estábamos marchando hacia Malvinas desde el 28 de marzo al
mediodía, así que el 30 de marzo íbamos con la orden de tomar Malvinas si no
nos daban contraorden, de manera tal que esa interpretación queda descartada y es absolutamente falsa.
Con respecto a la improvisación, yo creo
que hubo una especie de lo que puede parecer un juego de palabras pero que no
lo es, la improvisación y la imprevisión, hay veces en la guerra que usted
tiene que adoptar decisiones que son una improvisación frente a un hecho que
aparece súbitamente, si usted es un buen profesional y toma decisiones
correctas, las hace básicamente sin imprevisiones, aunque esté improvisando y
entonces lo que importa no es si se improvisó sino, si en el planeamiento se
incurrió en improvisiones. Si usted en el planeamiento incurre en
improvisiones, haya tenido dos minutos o 3 años para hacer el plan, tiene
imprevisiones y puede ser que con 3 años no improvisó pero que haya tenido
imprevisiones.
Acá de lo que se trata es de que quienes
planifican, sepan su profesión y no cometan imprevisiones, yo tuve la suerte de
tener subordinados míos que eran tan buenos profesionales que no cometían
imprevisiones, entonces funcionó bien la cosa, mérito de ellos, porque fíjese
que nosotros el 1º de abril habíamos ido con la suposición que íbamos a llegar
por sorpresa y que los íbamos a sorprender a los ingleses, sin embargo el 30 de
marzo a la noche supimos que los ingleses estaban organizando la defensa y el
1º de abril a la mañana, en 35 minutos cambiamos el plan, le cambiamos la misión
a muchos, cambiamos los objetivos iniciales, la hora y la playa de desembarco,
es decir, cambiamos prácticamente toda la operación y la dejamos
conceptualmente igual, sin modificar básicamente los conceptos de la operación,
cambiamos un montón de cosas, porque improvisamos.
Fíjese que decidir, frente a la ruptura
de la sorpresa, que seguíamos adelante con una operación que nos exigía no
causar bajas al enemigo y que era la condición básica para ejecutar la
operación. Lo decidimos, yo diría que en el término de 30 segundos, usted me dice
¿fuimos irresponsables? No, lo teníamos pensado de antes y lo único que hicimos
ahí fue formalizar la decisión de seguir adelante, creyendo que podíamos
conseguir el objetivo de lograr que fuera incruenta, como se consiguió, se ve
que acertamos, pero elegimos en pocos segundos, no más de 30 segundos entre que
formulamos la pregunta y tomamos la decisión.
¿Cómo
se enteran los ingleses que estábamos en marcha o cómo cree usted, al menos que
lo hicieron?
Yo creo que básicamente fue por la
inteligencia del satélite norteamericano, por la información que daba ese
satélite, los ingleses no tenían satélite y otro país tampoco porque el cálculo
que ellos daban era el cálculo basado en la hora que nosotros empezamos a
dirigirnos a Malvinas.
Nosotros íbamos rumbo al sur, 180º y en
un momento dado caímos a 90º, 90º es justo navegar hacia el este y entonces
íbamos al norte de Malvinas y desde el punto donde hicimos la caída, hasta el
lugar del presunto desembarco, daba más o menos la hora que ellos estimaban que
iba a ser el desembarco, es decir que en su apreciación ellos estimaban que
estábamos en condición el 2 de abril de desembarcar a la mañana y fue lo que
hicimos, entonces ahí cambió la situación y tuvimos que cambiar el plan y no
hubo imprevisión, tuvimos varias cosas que no estaban previstas de antes y que
las coordinamos en esos 35 minutos.
Ahora
hay varios libros que hablan de que hubo anteriormente a 1982 planificación de
hipótesis para la recuperación de Malvinas. ¿Fue así?
Yo he participado no menos de 4 veces en
ejercitaciones de toma de Malvinas y creo que no le podemos hacer creer a
ningún país del mundo que nunca habíamos pensado en recuperar Malvinas por la
vía militar. Si dijéramos eso ningún país nos creería, ni los ingleses.
Usted
fue en la operación Rosario y tenían como objetivo tomar Malvinas y usted
vuelve después al continente.
Sí, el 3 de abril a la tarde yo salí de
Malvinas.
Bien, al comienzo se tenía pensado dejar
un destacamento mínimo.
Y quedó un destacamento mínimo.
¿Cuándo
cambia esto? ¿A partir de qué hecho analizan cambiar aquel plan?
El 3 de abril quedó el regimiento 25 del
ejército que eran unos 500 hombres y era muy reducido para un archipiélago que
en el sentido Este-Oeste tenía 250 km. de extensión y en el sentido Norte-Sur
150 km. fíjese que era de Este-Oeste como ir de Buenos Aires a Rosario y en el
sentido Norte-Sur como ir de Buenos Aires a San Pedro, no es poca cosa. 500
hombres en esa área es muy poquito, casi una fuerza simbólica lo que dejamos.
Toda la fuerza de desembarco que recuperó las Malvinas el 2 de abril, el 3 de
abril ya no estaba, lo único que quedaba era una parte del estado mayor y yo.
Repito.
¿Por qué cambia eso?
Cambia porque los ingleses informaron el
3 de abril que destacaban la fuerza de tarea con una brigada. El gobierno
argentino que quería negociar dijo si mandan una brigada en cuanto llegan
recuperan porque el regimiento ese que ha quedado simbólicamente no lo va a
poder resistir, entonces mandemos otra brigada para obligarlos a negociar
durante un tiempo mayor. Los ingleses sufrieron eso y mandaron una nueva
brigada para tener superioridad y nosotros también mandamos otra brigada para
provocar demoras y dar lugar a una negociación, ese fue el motivo del
reforzamiento de las Islas.
Durante
la operación muere Capitán de Fragata de Infantería de Marina Pedro E. Giachino…
estaba previsto que la operación fuera incruenta. ¿Qué me puede decir de
Giachino?
La orden o el requisito político de la
operación era que se recuperaran las islas con un resultado incruento en
relación con la población civil y todo lo posible con la fuerza militar. Es muy
difícil hacer eso, porque cuando se hace una operación militar, se hace con
armas y las armas matan, hieren, rompen, destruyen y todo eso, que se quería
evitar. Entonces llegamos a la conclusión que lo que había que hacer era
conseguir que se rindieran antes de empezar el combate, pero con los ingleses
no era fácil, porque ellos no se rinden sino después de haber peleado lo
suficiente como para poder demostrar cuando regresan a su país, que pelearon
valerosamente. En general, la forma que tienen de demostrar que pelearon
valerosamente es causar tantas bajas como sea posible y recibirlas. Y nos causaron bajas. Ellos nos
causaron un muerto y dos heridos y a ellos no les causamos heridos ni muerto y
no pudieron demostrar que habían peleado valerosamente, pero en el momento que
estaban ahí, que decidieron rendirse, tuvieron la sensación que habían
satisfecho ese requisito para volver a su país, que es lo que importa en la
guerra.
Con Giachino pasó lo siguiente, cuando
hicimos la modificación del plan, el día anterior una de las modificaciones fue
la misión que tenía el grupo del Capitán Giachino, consideramos que la misión
inicial que tenía no se podía ejecutar y le asignamos esta nueva misión (El que
tenía la misión de capturar al gobernador en el marco de sorpresa era
Seineldín, al cual le dimos la misión de despejar la pista que no era tarea
inicial de la fuerza de desembarco).
Entonces hicimos un reajuste de misiones
y a Giachino le asignamos la misión de presionar y capturar al gobernador si
era posible. Lo que yo quería era que el gobernador tuviera siempre una presión
de ataque que no lo dejara pensar claramente y que lo llevara a decidir la
rendición antes de que empezara el combate real generalizado.
Yo creo que Giachino entendió muy bien
su misión, que era presionar al gobernador. Giachino terminó tirándole a la
ventana del despacho del gobernador, con él adentro de su despacho, tirándole a
la parte de arriba de la ventana para no herir a nadie y el gobernador terminó
tirado debajo de su escritorio, ahí se quedó su voluntad de pelear y tomó la
decisión de rendirse. Gracias al empuje y a la presión que le puso el Capitán
Giachino y ese es su gran mérito. El mérito de Giachino no es el de haber sido
el primer muerto, si es que eso puede considerarse un mérito, es decir, no debe
ser recordado Giachino por la circunstancia de ser el primer muerto. Giachino
debe ser recordado por ser el que generó la decisión del gobernador inglés de
rendirse antes de empezar a pelear. Por eso Giachino debería ser considerado un
héroe nacional, un héroe del nivel de Lavalle, Rosales, de esos tipos que
peleaban con un coraje inclaudicable. Giachino fue de esos hombres,
lamentablemente en esta Argentina un poco tilinga que vivimos todos, lo
consideramos el primero que murió y nada más, pero fue mucho más que eso.
Sobre
la guerra pesan obviamente muchas críticas. Una parte de la sociedad y generalmente
cierta intelectualidad desacredita duramente la guerra. Muchos se basan en el
informe Rattenbach, pero más allá del informe hay una postura considerando a
los hombres que pelearon allí como “los chicos de la guerra”, victimizándolos como
“desaparecidos” de la dictadura y a los militares en general mostrando
diferentes tipos de “perversiones” durante la guerra ¿cómo fue esto?
Usted siempre hace tres preguntas en
una. Yo creo que el informe Rutenbach tiene que empezar diciendo que el general
Rattenbach lo firmó expresando su disidencia por la metodología empleada y por
el tiempo empleado en hacer el informe. La firma del General Rattenbach dice
eso antes de la firma, es decir, no disentía de cualquier cosa sino por la
metodología y por el tiempo empleado o le pareció mucho o poco, no aclaró nunca
cuál era el motivo pero dice así y eso en general no se habla y yo no vi en el
artículo de La Nación (hace mención a un artículo de La Nación en el que habla
el hijo del general Rattenbach) que se mencionara esa circunstancia.
En relación con lo que dice la
intelectualidad es cierto, todos afirman y hablan de los errores estratégicos,
nadie dice cuáles son, hablan de los enormes errores, pero nadie dice bien
cuáles son los errores. Suele decirse que uno de los errores fue que no
supiéramos hacer operaciones conjuntas, eso lo dice Balza, fíjese que él, como
artillero, está ignorando que en el grupo de artillería de él, estaba
incorporado en el sistema de artillería, la batería de artillería de infantería
de marina del batallón 5 y que él con su artillería le dio apoyo al batallón 5,
entonces ahí tiene una integración que él la hizo y no se dio cuenta que estaba
actuando conjuntamente.
La operación del 2 de abril fue
ejecutada bajo las órdenes de un General, el General García que era el
Comandante en Teatro de Operaciones de Malvinas, que fue a bordo del destructor
Santísima Trinidad y que tomó decisiones, por ejemplo el día que cambiamos el
plan, lo hicimos junto con el General García al plan y además cuando yo dije creo
que el plan todavía lo podíamos ejecutar, yo estaba sentado al lado de él y
dijo yo estoy de acuerdo, o sea que estuvo dirigiendo la operación y el General
García quedó a cargo de las Islas con gente de la Marina, fíjese que el 2 de
abril casi toda la flota estaba subordinada al General García y la fuerza de
infantería de Marina que desembarcó lo hizo cumpliendo las órdenes del general
García y durante la defensa, el batallón 5 estuvo en el esquema de los
regimientos del ejército y los ingenieros anfibios estuvieron en el esquema de
los ingenieros del ejército y la artillería antiaérea nuestra estuvo en el
esquema de la artillería antiaérea de la fuerza aérea y toda la fuerza que
mandamos yo mandé 1569 infantes de marina, que todos estuvieron dentro del
esquema de defensa de Malvinas, no éramos rancho aparte.
De manera que cuando se habla de que no
supimos hacer operaciones conjuntas, alguien tiene que venir a decir cuál
operación conjunta no supimos hacer. Cuando se generaliza así, cuando los
intelectualoides dicen se cometieron errores, no había operación conjunta,
digan cuáles eran y vamos a analizarlo.
Cualquiera
puede especular en la historia, pero a veces da la sensación de que a pesar de
todo lo que se ha dicho de Malvinas, la guerra estuvo en determinados momentos
a punto de ganarse, incluso hay un libro del capitán inglés Julián Thompson que da la sensación de que en
determinadas circunstancias, la guerra estaba muy pareja y de repente hubo
decisiones políticas ¿Usted cree que fue así? ¿Hubo una gran disparidad o en
realidad hubo cuestiones que como en toda guerra se gana y se pierde?
Hubo otro libro muy interesante que es
el libro del Almirante Woodworth que se llama “Los cien días”, en los últimos
días de su diario anota, creo, que le quedan 3 buques que andan bien, todos los
otros buques de su flota tienen un problema que lo tiene medio mal y se ha
dicho con bastante credibilidad, ellos han afirmado que si el 14 de junio no se
producía la rendición de los argentinos, los ingleses se iban, Woodworth iba a
tomar la decisión de replegarse. Yo creo que no hubiera sido así, ellos
hubieran aguantado también, hubieran persistido porque en la guerra gana el que
aguanta más, de dos que están agotados y en el límite de sus fuerzas, suele
ganar el que aguanta más, no siempre pero en general suele ser así.
Yo creo que especular sobre lo que no
pasó, es fácil decirlo, total nadie puede demostrar lo contrario. Creo que la
victoria británica fue muy marginal, fue muy estrecha, fue ahí nomás porque
cuando los ingleses ganan con amplitud le sacan al enemigo tantas ventajas en
el tratado que hacen inmediatamente a continuación de la derrota o de la
victoria, le sacan todo, acá no consiguieron un tratado siquiera, ni un tratado
ligeramente beneficioso, la Argentina no le firmó nada, el que firmó fue el general
Menéndez la rendición de la guarnición que estaba en Puerto Argentino, pero no
se vendió la Argentina, el gobierno argentino no accedió a firmar un cese de
hostilidades y ellos siguieron armando ese sistema defensivo porque los
argentinos no habían declarado el cese de actividades.
Ha pasado algo que es poco conocido, la
guarnición argentina que se rindió andaba en los 10 ó 12 mil hombres, manejar
esa cantidad de prisioneros es algo bastante complejo, entonces devolvieron a
todos los soldados y se quedaron con los oficiales como prisioneros hasta que
el gobierno argentino declarara el cese de hostilidades y lo dijo la señora Thatcher
en el Parlamento, no le estoy diciendo algo
que me parece. Dijeron hasta que no declare el cese de hostilidades, los
prisioneros argentinos no van a volver, porque el gobierno argentino se había
negado a firmar el cese de hostilidades, ni eso nos pudieron arrancar de tan
estrecha que fue su victoria, no ganaron por muerte, ganaron ahí nomás y
entregaron los prisioneros cuando vieron que se venía un problema mucho peor
que no iban a poder manejar y era el desprestigio por usar como rehenes a los
prisioneros.
Relacionado
con lo que hablamos antes respecto del pensamiento de cierta intelectualidad,
hay algunas teorías que sostienen: ¿Para qué pelear por Malvinas? ¿Cuál es la
importancia de Malvinas? de última son dos islas en el sur desolado. Esto lo
dicen palabras más o menos hombres como Vicente Palermo y Carlos Escudé. ¿Cuál
es la importancia estratégica de Malvinas?
Yo una vez escuché una comparación que
me pareció muy ligada a lo que usted se refiere. Alguien dice decime ¿el dedo chico del pie izquierdo te sirve para
algo? Parece que no para mucho, entonces por qué no me lo das, cortátelo y
dámelo. Creo que es eso, es un pedazo del territorio argentino, hay una
usurpación territorial, nosotros peleamos en la guerra de Malvinas por la
integridad de ese territorio y si un Estado Nacional pelea por su territorio,
porque tiene mucho, un Estado nacional es un pueblo que vive en un territorio
que tiene una estructura de gobierno que hace que ese pueblo pueda convivir y
relacionarse con otros pueblos…
Hay un corte en la grabación.
Estábamos
hablando de la importancia estratégica de las Malvinas, además de la pelea por
el territorio.
Hay un problema esencial, aunque el
territorio sea un desierto, es nuestro y no hay por qué cederlo aunque parezca
que no vale nada. Las Malvinas están muy próximas a la unión de los dos
océanos, Atlántico y Pacífico, la única otra vía que hay para pasar al Pacífico
es Panamá o algún otro canal que puedan hacer en algún otro momento. El canal
de Panamá es muy vulnerable y tiene dificultades para grandes barcos, lo tienen
que ampliar, es un problema complejo, lo que hace que el pasaje del Pacífico al
Atlántico y recíprocamente sea un lugar estratégico, es un punto estratégico y
las Malvinas están en ese lugar, permite el control cercano de ese pasaje, de
manera que tiene importancia estratégica presente o virtualmente futura, de
manera que eso no se puede descartar y después aparece la posibilidad de
explotación económica, ahí hay 3 elementos que son económicamente relevantes,
uno es la pesca, que no es un elemento muy importante, pero por ser renovable,
si se lo administra bien puede durar eternamente, aunque no sea una gran
riqueza, es una riqueza que puede ser permanente o constante.
Hay lo que se llaman nódulos metálicos,
es decir bloques metálicos que están en el fondo del océano y que se han
detectado y existe una gran dificultad para llegar al fondo y rescatarlos, pero
cuando la tecnología resuelva ese problema, hay una riqueza potencial.
La otra son los yacimientos de petróleo
que se ha dicho que no son económicamente rentables cuando se hizo la
exploración, lo cual es cierto, en este momento no son económicamente rentables
pero cuando la tecnología avance y los haga más baratos o cuando la escasez de
petróleo en el mundo suba el precio del petróleo, van a pasar a ser rentables,
de manera tal que ahí hay una gran riqueza potencial que es lo que hace que los
ingleses quieran hoy quedarse en las Malvinas.
Carlos Büsser en Malvinas en 1982. (foto publicada en www.Taringa.net ) |
Desde
el punto de vista de algunos, Malvinas significó cambios, hubo sectores políticos
que antes no podían mantener un diálogo y que a partir de allí lo establecieron.
Hubo cambios en las fuerzas armadas fue notorio, porque de haber estado
pensando en el año 78 -a escasos 4 años de la recuperación- de haber estado en
una guerra con Chile y esto más allá de lo que Chile hizo después, o mejor
dicho, el gobierno militar encabezado por Pinochet, se pasó a un enfrentamiento
con las dos mayores potencias occidentales y por otra parte la respuesta
prácticamente unánime con excepción de Chile, cuya respuesta fue oculta y Colombia
que se abstuvo en la OEA junto a los EE. UU. de invocar el TIAR contra Gran
Bretaña, todos los países latinoamericanos apoyaron. Para Carlos Busser ¿qué
significó esto? ¿fue realmente un cambio?
Yo creo que hubo un cambio sustancial,
creo que la Argentina nunca había pensado que se iba a atrever a pelear por lo
suyo, hacía muchos años que la Argentina no peleaba, yo le diría que la última
vez que nos enfrentamos a una pelea internacional, sacando lo de la triple
alianza, era en 1845 contra las dos mayores potencias navales del mundo de ese
momento, Francia y Gran Bretaña, en la vuelta de Obligado, donde éramos
claramente inferiores y donde fuimos derrotados sabiendo que venían fuerzas
superiores tecnológicamente.
Yo le diría que la diferencia
tecnológica que había en la vuelta de Obligado en 1845 era mucho mayor que la
diferencia tecnológica que había en 1982 entre los ingleses y nosotros, fíjese
que en 1845 vinieron con buques de vapor, lo cual les daba en el río una enorme
libertad de maniobra, además la artillería de los buques ingleses y franceses era
con cañones de ánima rayada, en lugar de los cañones que se cargaban por la
boca y que tiraban balas redondas que eran esferas de acero. Ellos tiraban
granadas explosivas con una precisión enorme que es la tecnología de los
cañones de hoy, fíjese la diferencia tecnológica enorme que había en 1845 entre
la artillería del General Mansilla y la artillería de los buques ingleses y
franceses y peleamos contra un enemigo que sabíamos que era superior y que los
exiliados argentinos que estaban en connivencia con la escuadra inglesa y
francesa en Montevideo, se burlaban y decían cómo nos atrevemos a pelear contra
esa superioridad tecnológica. Peleamos y perdimos, pero Liniers cuando peleó en
1806 y 1807 era inferior particularmente en 1807, era inferior al ejército
inglés que había desembarcado, pero peleó y ganó, porque cuando usted empieza a
pelear no sabe si va a ganar o a perder, el problema es que tenga el coraje de
pelear por lo suyo, a veces va a ganar y a veces va a perder, pero eso es otra
cosa, porque la lección que queda para todos los que ven la pelea es que usted
pelea por lo suyo y que es capaz de defender lo suyo, sino todos saben que
usted es un cobarde y todos van a tratar de arrebatarle algo en el futuro.
Pero
además, políticamente ¿cómo lo ve usted?
Suele decirse que las Malvinas fue el
pivote que permitió el pasaje a la democracia, es un hecho bisagra en el
sentido de que no se pensaba que los argentinos pudiéramos pelear como
peleamos, claro que se cometieron errores, pero los ingleses también cometieron
errores, podemos buscar la bibliografía inglesa y encontramos los errores que
ellos reconocen haber cometido.
El problema es que fue una bisagra
porque si no hubiera ocurrido la recuperación de las Malvinas, hoy usted y yo
no estaríamos hablando de este tema, sería una reivindicación abstracta que
estaría archivada por ahí y que de vez en cuando la recordábamos un poco y nada
más. Hoy es una guerra donde tenemos hechos heroicos, muertos, una herencia de
coraje y de valor que los argentinos tenemos que rescatar. Que no lo estemos
haciendo en este momento porque la dirigencia desde el año 82 hasta ahora haya
fallado, es otra historia, pero el hecho es que tenemos algo que nos debería incitar
a estudiarlo, a ver qué bueno había en todas esas acciones de la guerra. Usted
fíjese la hidalguía con que procedieron mis soldados el 2 de abril y que
procedieron todos los soldados argentinos que estuvieron en Puerto Argentino y
en todas las islas con relación a la población de los soldados ingleses
prisioneros, son pocos los ejemplos de un comportamiento tan correcto y tan
hidalgo hacia el enemigo vencido y eso no lo rescatamos como valor nuestro, de
nuestra sociedad.
A veces alguien lo menciona como el
coraje de nuestros soldados, pero no de nuestros oficiales y suboficiales, ¿de
dónde salían los oficiales y suboficiales si no era de la misma población? ¿O
no eran pueblo? ¿O me van a decir que un suboficial y un oficial no son pueblo
argentino?
Bueno,
pero le doy un dato que es interesante y altamente positivo. La nueva Ley de
Educación en su artículo 92 establece como eje curricular obligatorio y
principal dentro de la educación Argentina, el estudio del MERCOSUR y las
Malvinas y los derechos soberanos sobre ellas.
Claro, pero ojo, hay que ver qué se les
enseña a los chicos, si como dicen algunos funcionarios argentinos, la guerra
por Malvinas fue una guerra ilegítima y les vamos a enseñar eso a los chicos,
vamos a distorsionar el espíritu de esa ley, ojo que las leyes suelen ser mal
ejecutadas por los ejecutantes. Entonces hay que tener mucho cuidado porque el
mensaje que se está mandando, yo he leído o me he enterado de alguna
disposición de algún ministerio que dice más o menos textualmente así: este año
se cumplen los 25 años del 14 de junio. Usted imagínese un ministerio que va a
conmemorar o festejar los 25 años del 14 de junio, la rendición. Eso es lo que
esos funcionarios rescatan de toda la guerra de Malvinas, el día de la
rendición. Deben festejarlo me imagino yo.
Pero en realidad más allá de eso, el
solo hecho de que la ley esté poniendo la exigencia, cosa que hasta el momento
no se había hecho…
La constitución también lo dice… expresa
un concepto parecido, pero que esté en la ley me parece bárbaro.
Empezar
a hablar del tema es empezar a hablar en todos los sentidos.
Sí, yo creo que sí, es lamentable que
hayamos esperado 25 años, porque… ¿cuándo salió la ley de educación?
Pero
antes ni siquiera se aceptaba hablar del tema y se escondía, hoy creo que se ha
dado un paso
Sí, es un paso que hay que complementarlo
e implementarlo con la previsión de material a los maestros para que puedan
enseñar la verdad y no una cosa distorsionada. Si a los maestros les proveemos
películas donde solo se destaque la cobardía, el miedo o los sufrimientos de
los soldados y no los hechos heroicos que hubo, creo que le damos una mala
información al maestro, estamos conspirando contra la buena idea o el buen
espíritu de esa ley.
¿Cómo
ve usted el futuro de Malvinas?
Yo creo que a largo plazo, si nosotros
tenemos habilidad, las vamos a recuperar, pero tenemos que ser un pueblo hábil
y creíble en un sentido, que cuando decimos que las Malvinas son argentinas,
creíbles de que vamos a tratar de recuperarlas, no que estamos blableteando que
las vamos a recuperar.
No hace mucho un inglés decía que si
nosotros no hubiéramos desarmado las
fuerzas armadas, si hubiéramos mantenido una amenaza potencial por la capacidad
de hacer una nueva operación, probablemente ya las hubieran entregado, ya
hubieran arreglado.
Yo creo que ahí hay un problema, nosotros
no solo no tenemos la capacidad sino que lo declaramos y como torpeza es
incalificable.
Yo le decía recién que en las Malvinas
hay una riqueza potencial que es el petróleo que creo que es lo que incita o
impulsa a Gran Bretaña a quedarse. Para los ingleses el gasto y el esfuerzo
defensivo que hacen, porque no creen que nosotros seamos tontos de por vida,
creen que alguna vez alguien se puede dar cuenta de que estamos tan cerca que
con un manotazo las podemos recuperar, entonces están obligados a mantener el
esfuerzo defensivo y en ese marco ellos gastan mucho anualmente y no saben
hasta cuándo, hasta que tengan que extraer el petróleo pero ese día va a ser
más grande el gasto defensivo, gastan 100 millones de libras anuales, que
parece poco dentro del gran presupuesto que tiene Gran Bretaña, pero para los
ingleses son 100 millones de libras y si pueden evitar gastarlo, lo van a
evitar, esa es la idea, no es el porcentaje del gasto de defensa, entonces
tienen ese problema.
El otro problema es que si por arte de
magia mañana los ingleses nos devolvieran las Malvinas, el mar adyacente, nos
devolvieran todo y dijeran que se van, la Argentina hoy por hoy no tiene ni
capacidad tecnológica para hacer la explotación ni los capitales. No tenemos
empresa petrolera argentina que lo pueda hacer ni el capital para invertir.
Entonces necesariamente si quisiéramos explotarlas mañana como dueños,
tendríamos que caer en una concesión a alguien y probablemente debamos hacer
una concesión a una empresa inglesa. Arreglemos políticamente para hacernos
socios y entonces pidamos la devolución de la soberanía que es lo que nos
interesa y asociémonos con quienes inexorablemente nos vamos a tener que
asociar. Yo creo que ahí hay un amplio campo para negociar por un lado el
reconocimiento de la soberanía que a los ingleses, si se les mantiene el
negocio van a entrar en negociación.
Tenemos un ejemplo muy claro en Hong Kong, la isla
de Hong Kong dentro de la Bahía de Hong Kong, fue concedida a perpetuidad por el
gobierno chino a Gran Bretaña en 1843 y las tierras adyacentes de la bahía se
las dieron con una concesión precaria que vencía en 1997. Entonces cuando
terminó la guerra de Malvinas en 1982, la señora Thatcher fue a Pekín a
arreglar el futuro de la colonia, el gobierno chino dijo que quería que en el
97 le devolvieran todo, entonces ella dijo no, es una concesión a perpetuidad
para el gobierno británico Pero fue hecho por un gobierno débil y corrupto y no
lo reconocemos dijeron los chinos y entonces la señora Thatcher, entre China y
nosotros hay una diferencia potencial, pero arregló, le devolvió toda la
colonia al gobierno Chino con el compromiso por el gobierno chino durante 50
años de mantener la misma situación económica y jurídica que tenía la colonia,
es decir los chinos inventaron el slogan un país, dos sistemas, el país es
China con dos sistemas, el comunismo en toda China y en Hong Kong el
capitalismo, eso fue lo que consiguió la señora Tatcher y en el libro de ella,
que son sus memorias que se llama Mis años de Downing Street, ella dice y con
eso aseguramos la prosperidad de la colonia. Fíjese que lo que le importaba era
la prosperidad de la colonia, no le preguntó a los 6 millones de chinos que
vivían en Hong Kong si querían pasar a China o quedar del lado británico, no
hubo autodeterminación, decidieron asegurar la prosperidad de la colonia.
Yo creo que si en las Malvinas le
aseguráramos la prosperidad del negocio, probablemente recuperaríamos las
Malvinas con una negociación, que hay que ser hábiles, que hay que ser duros
negociadores, que sepan y sobre todo negociadores que tengan conocimiento y
sobre todo que tengan patriotismo, que sean argentinos. El día que tengamos eso
probablemente las vamos a recuperar.
Por
último usted es un marino muy especial, lo conozco hace varios años, después
del conflicto, siempre ha tenido una visión muy política, de la negociación,
evidentemente para usted la guerra es un segundo plano.
La
guerra es un instrumento de la política, como decía Carlos Clausewitz … También
usted ha hablado y se habla mucho de la malvinización y la desmalvinización y
yo sé que usted defiende el concepto de malvinización en contra de la
desmalvinización y que empieza cuando los soldados no fueron recibidos como
debieron serlo en su momento. Me gustaría que usted expresara, qué se entiende
por malvinización, porque he leído algún artículo de mal intencionados en los
últimos tiempos que pareciera ser que quien plantea la malvinización de la
política exterior, está planteando volver a la guerra o volver a tomar las
Islas por la vía militar.
Las guerras y la política son en el
fondo una gran operación psicológica, donde lo que usted busca es que el
enemigo adopte la conducta que usted quiere. Lo hace por medios políticos, por
presiones económicas, por un condicionamiento psicológico, lo hace en muchas
formas, la última razón es la guerra, el ejercicio de la fuerza para imponer
por la fuerza la conducta que uno quiere que adopte el enemigo o el otro país.
Esa es la base, es decir, lo que usted está buscando no es vencerlo, destruirlo
o matarlo al enemigo, lo que usted busca es que el enemigo adopte la conducta
que usted quiere, que se rinda, que se repliegue, que se retire o que deje de
atacarlo, lo que usted busca es una conducta en el enemigo y eso es la guerra y
es la continuación de una gestión política. El que ataca y el que defiende,
cuando no tiene más remedio o cuando está seguro de ganar y es muy difícil
estar seguro de ganar, yo creo que en ese marco el proceso de desmalvinización
es un proceso que ha buscado quebrar la voluntad nacional, es decir aflojar el
factor psicológico del pueblo argentino, para que no quiera recuperar Malvinas,
para que no quiera pelear, para que descrea de nuestro derecho y de nuestra
capacidad de recuperarla o defenderla. Entonces se nos ha dicho que están ahí,
que no valen nada, que cómo vamos a enfrentarnos a las grandes potencias ¡y cuántos hay en el mundo que se han
enfrentado a las grandes potencias y han ganado!
No hace muchos años hemos visto la
guerra de Vietnam, no sé si no estamos viendo la situación en Irak como una
situación que las grandes potencias no han podido resolver plenamente a su
favor, que está discutible si no se han metido en un pantano, de manera tal que
el hecho que estemos enfrentados a las grandes potencias no debería ser una
razón que justifique el abandonar nuestra decisión de recuperación.
Creo que lo que se busca con la
desmalvinización es que descreamos y perdamos nuestra fe y nuestra voluntad de
conseguirlas o de recuperarlas. Creo que ahí está la esencia y es una operación
psicológica, el desarmarnos espiritualmente, si por el contrario conseguimos
malvinizarnos y hacernos espiritualmente fuertes, vamos a estar siempre en
actitud de recuperarlas y esa es una hipoteca que no van a poder resistir ni
afrontar indefinidamente. En algún momento alguien se las va a sacar por las
buenas o por las malas y no estoy promoviendo ir a una guerra, pero ellos
tienen que saber que por las buenas o por las malas las van a perder algún día
y eso es lo que nosotros tenemos que transmitirles para que los británicos se
convenzan de que van a tener que negociar, ese es el proceso contrapuesto de
desmalvinización que buscan los ingleses y de malvinización que deberíamos
buscar nosotros si fuéramos sensatos.
En la desmalvinización hay muchos
aspectos culturales, porque ellos han tenido mucha influencia en la cultura
argentina.
Ellos tienen influencia, tienen medios
de comunicación que influyen en la formación espiritual y cultural y nosotros
padecemos de una clase dirigente que como decía Jorge Abelardo Ramos alguna
vez, en sus recorridas por Argentina había descubierto dos leyes fundamentales
en cuanto al patriotismo, que cuanto más lejos estaba del microcentro de Buenos
Aires, encontraba más patriotismo, esa era la primera ley.
La segunda era mucho más preocupante,
cuanto más elevado era el nivel socio-intelectual o socio-cultural de las
personas, encontraba menos patriotismo.
Un amigo me decía hoy en una observación
casi sociológica, que hay a lo mejor dos causas sumamente buenas para los
argentinos y en general en los pueblitos más chiquitos existe: una es la de San
Martín y su cruce de los Andes y otra es la causa de Malvinas.
En todos lados hay una plaza o una
escuela que se llama Malvinas Argentinas.
Cuando aparecen algunos personajes que
hablan que ni siquiera las islas son argentinas, en realidad contrasta con un
sentimiento que no se expresa intelectualmente.
Yo lo invito a cualquier pueblito del
Gran Buenos Aires, Santiago del Estero, Chaco, Jujuy, Santa Cruz, de donde
usted quiera y va a encontrar que siempre hay una escuela y una plaza que se
llaman Malvinas Argentinas o combatientes de Malvinas, veteranos de Malvinas,
porque está en el espíritu de los argentinos, aunque nos quieran hacer creer
que no, porque los medios de comunicación no siempre reflejan la verdad.
Yo siempre me acuerdo de un veterano del
batallón 5 que le iba económicamente bien, era jovencito pero le estaba yendo
bien, le estoy hablando del año 84, 85 y un día fue una periodista a hacerle
una nota, como había visto que era próspero, le quiso hacer la nota y fue a la
casa de este muchacho, entonces le mostró una linda casa, bien puesta, con
chicos chiquitos y entonces dijo hablame de la guerra, yo estuve en el batallón
5 y empezó a hablar de lo bien que había peleado, entonces paró la grabación y
le dijo no, me tenés que hablar de que pasaste frío, hambre, que te trataron
mal, sino no te hago la nota y ahí terminó la nota.
Entonces de eso hubo mucho porque
lamentablemente los medios de comunicación social son empresas comerciales que
necesitan vender o tener rating y es más fácil conseguir rating o vender
críticas que vendiendo elogios o reconociendo las cosas buenas, es más fácil
vender la cosa baja, criticable.
Hubo una gran campaña en ese tiempo, yo
no sé si ahora se ve tanto.
Bueno,
la Ley Nacional de Educación habla de
otra cosa, la ley la impulsaron los ex combatientes de Malvinas y muchos
gremios, la CGT, es parte de la ley.
Claro, hay mucho, usted sabe que usted y
yo no tenemos las mismas ideas
políticas, pero estamos hablando sintiéndonos los dos del mismo equipo,
no tenemos ninguna duda de eso y sin embargo sabemos que políticamente no
coincidimos en un montón de cosas, las podremos conversar porque tenemos esto
común que es la cuestión Malvinas, usted y yo podríamos hablar de nuestras
diferencias políticas o ideológicas y lo haríamos en un nivel de intercambio de
ideas o de argumentos y no nos pelearíamos nunca, porque tenemos este vínculo
común, las Malvinas es la única cosa que hace que todos seamos un mismo país.
Nos
acercó mucho América Latina y hay un autor brasileño, Moniz Bandeira, que habla
de que los brasileños no solo hicieron de administradores de los intereses de
Argentina en Londres, sino que además aportaron aviones de reconocimiento y… él
lo dice… corre por su cuenta obviamente, también pilotos.
Yo no conozco tantos detalles, pero
puedo decir que tuvimos un fraterno apoyo de Brasil, estuvo siempre al lado
nuestro, el presidente de Brasil que era el General Figueiredo habló con
Reagan, diciéndole que bajara la mano, que la cosa no era como ellos decían o
actuaban, nos ayudó siempre, Brasil estuvo estrechamente al lado de Argentina,
como Perú, Venezuela y Ecuador.
¿Hubo
algún momento durante las negociaciones diplomáticas -como opinión personal- en
que tal vez usted diga “acá podría la Argentina haber aceptado para concluir la
guerra de una manera más o menos conveniente”?
Yo creo que los ingleses nunca dieron la
posibilidad de negociar, tal vez la gestión de mediadora más prolongada fue al
del General Haig y ahí está el gran pecado de Estados Unidos. Estados Unidos le
dio armamento suficiente para hacer posible la guerra y después para ganarla a
alguien que cuando está en condiciones de ganador es implacable y no tiene
freno cuando se considera ganador, entonces generó la situación para que Gran
Bretaña fuera tan rígido e implacable en la negociación que no fuera posible
negociar. Gran Bretaña todo a lo largo del General Haig quiso lo mismo, un régimen
transitorio de gobierno, las famosas 3 banderas, que a veces fueron 4, a veces
5 y a veces 3 pero diferentes, es decir no hubo 3 banderas, pero siempre era el
régimen transitorio hasta dar tiempo de consultar a los isleños a ver qué
querían ser, con lo cual íbamos a la autodeterminación que era inaceptable para
nosotros, de manera que con el General Heig no hubo ninguna posibilidad de
llegar a un arreglo.
Con la negociación de poco tiempo del
presidente del Perú, tampoco hubo tiempo y además porque hundieron el Belgrano
en el medio, si usted me dice: se pudo seguir negociando a pesar del
hundimiento del Belgrano… es posible, pero siempre hubieran puesto el mismo
inconveniente y no se hubiera podido llegar a un acuerdo.
Después hubo una tercera negociación que
fue la del Secretario General de las Naciones Unidas, Pérez de Cuellar y fue lo
mismo, tropezó con que en última instancia Gran Bretaña dijo: estas son mis
condiciones y me contestan esta noche y las condiciones eran, vamos a poner un
sistema provisional para que se pregunte a los habitantes qué quieren ser y
después hacemos lo que digan.
Entonces nunca existió, cuando algún
diplomático o ex diplomático dice que se pudo haber arreglado en la guerra de
Malvinas y que hoy serían nuestras si no hubiera sido por la guerra, lo tiene
que justificar porque está mintiendo, no había negociación en curso y durante
la guerra nunca hubo una posibilidad de llegar a un arreglo por las Malvinas,
salvo que aflojáramos y reconociéramos el derecho de los isleños a autodeterminarse.
Finalmente
quiere agregar algo o decir algo en relación a esto?
Yo creo que la decisión de recuperar
Malvinas fue la gran bisagra como decíamos. Hoy el problema de la
reivindicación de Malvinas sería como el problema que decimos que la Antártida
es Argentina, pero desde el año 1958 las tenemos bajo un paraguas, están todos
los países del mundo actuando y trabajando en la Antártida y nosotros en
retroceso, porque cada vez tenemos menos bases y hacemos menos cosas, de manera
tal que es muy problemático y fíjese que ya nadie habla de la Antártida
Argentina, nadie habla que vamos a obtener la soberanía sobre la Antártida,
porque los paraguas que se dice que protegen los derechos, se desgastan y
empiezan a tener agujeros y entra el agua y al final no sirven para nada.
Creo que la guerra por las Malvinas, la
recuperación y después la guerra defendiendo la integridad territorial
argentina, fue algo que marca una diferencia fundamental. Hoy usted va a
escribir este artículo y yo le estoy diciendo esto porque hubo la recuperación
en 1982 y porque hubo una guerra en la cual peleamos y perdimos la batalla,
pero el espíritu y el ejemplo de que éramos capaces de pelear está vigente.
Fecha
aproximada 2007/08